Packaging: conceptos fundamentales
El packaging es básico en el diseño, todo producto debe tener la mejor presentación posible para llamar la atención a primera vista y que el posible cliente o comprador se sienta atraído hacia el producto.
El consumidor por naturaleza se acerca aquellos diseños agradables, llamativos o innovadores. En muchos casos puede llegar a comprar algo que no le es necesario o no pensaba comprar en ese momento tan solo por la apariencia y el packaging que presenta.
Llamar la atención sobre los productos del mismo tipo con los que comparte estantería en las tiendas y supermercados es nuestra obligación. Si conseguimos esto nuestro packaging será un éxito y el producto aumentará sus ventas.
Pero ser demasiado innovador tampoco es aconsejable, hay conceptos básicos que debemos tener en cuenta, por ejemplo el color negro da la impresión de elegancia, por ello nunca deberemos utilizarlo para productos infantiles que van dirigidos a los más pequeños de la casa, a ellos les encantan los colores y cuanto más les llame la atención más fácil es que sus padres se lo compren.
La forma, el color, la tipografía e incluso el material transmitirá ciertas sensaciones al consumidor.
Además es fundamental tener en cuenta la imagen del producto y no desviarnos de la imagen corporativade la marca para que sea fácilmente asociable a un nombre.
En resumen, el packaging no sólo consiste en un buen diseño, sino en conseguir aunar en un producto todos los elementos necesarios para una buena imagen, reconocible y atractiva que lo identifique y destaque entre los demás.